¡Cocoricó, Cocorocó!

Las gallinas están aprendiendo a bailar ("cha cha") completando circuitos por el patio.

Objetivo: Hacer "cha cha" a tu pollo más allá del pollo de todos los demás jugadores, robándoles las "plumas de la cola" de cada uno a medida que pasas junto a ellos. Gana el primer jugador que consiga recoger todas las plumas de la cola.

Configuración: Hay dos juegos de fichas de cartón grandes y gruesas. Un conjunto de 12 tiene forma de octágono y el otro conjunto de 24 tiene forma de huevo. Cada octágono muestra una imagen diferente relacionada con la gallina y la misma imagen aparece en dos de los huevos. Los octágonos están distribuidos al azar sobre la mesa, boca abajo. Luego, los huevos se organizan al azar, pero boca arriba, en un gran círculo alrededor de los octágonos, creando una especie de "camino" de fichas de huevos que rodea el "patio" (de octágonos). Cada jugador tiene un pollo de madera grande de su color, y cada pollo tiene ranuras en su parte trasera en las que se pueden pegar "plumas de la cola" de madera. Cada pollo comienza con una sola pluma de la cola, de su color. Luego, las gallinas se colocan al azar en las fichas de huevos, con un número igual de fichas desocupadas que separan cada gallina del siguiente pollo "delante" en el camino como lo separan del siguiente pollo "detrás", con el objetivo de que estar bien distribuidos en el camino.

Jugabilidad: El juego se juega por turnos, y los jugadores intentan mover sus gallinas en el sentido de las agujas del reloj por el camino. En el turno de un jugador, mira la imagen en la siguiente ficha de huevo frente a su gallina. Luego, el jugador da vuelta una de las 12 fichas de jardín octágono boca abajo. Si la ficha volteada muestra la misma imagen que la ficha de huevo, el jugador avanza un espacio hasta esa ficha de huevo, gira el octágono boca abajo y luego repite el proceso con la siguiente ficha de huevo. Cuando el jugador gira un octágono con una imagen que no coincide con la siguiente ficha de huevo que tiene delante, su turno termina y su gallina no avanza más. Si la siguiente ficha frente a un jugador está ocupada por el pollo de otra persona, entonces el jugador mira la imagen que está en la ficha del huevo frente a la otra gallina y luego intenta voltear el octágono que muestra *esa* imagen. Si el jugador tiene éxito, su gallina "salta" sobre la gallina frente a ella para aterrizar en esa ficha de huevo y en el proceso roba todas las plumas de la cola que tenía la otra gallina, incluidas las que robó a otros jugadores de la misma manera. Cuando un jugador tiene todas las plumas de la cola, ese jugador gana el juego.

En resumen: un juego de memoria creativo que vincula la memoria con el movimiento de los peones. El primer jugador que memorice con éxito las imágenes de cada una de las 12 fichas de octágono, tanto en sus propios turnos como al ver a otros jugadores girar los octágonos en sus turnos, podrá mover su pollo por el patio sin detenerse y, al hacerlo, ganará el juego. La ubicación de los octágonos es aleatoria, por lo que el desafío es nuevo en cada juego.